Monólogo "Las colas"

Este es un monólogo que escribí hace unos años para enviarlo a "El club de la comedia", pensado para ser narrado por una chica.
Después grabé en video la interpretación, como no salió bien a la primera de paso también conseguí unas buenas tomas falsas.
Aquí incluyo el texto del monólogo para ver si os gusta:



Las Colas

Voy a hablar de colas, si, de las colas que se forman para conseguir entradas en los cines, teatros, espectáculos musicales, ....
O de que colas estabais pensando que iba a hablar?
Estas colas, al igual que las otras “colas” las hay de diferentes formas y tamaños.
Y por mucho que vuestras mujeres, novias, amantes os intenten decir lo contrario, el tamaño si es lo que importa.
Aunque tampoco es lo más importante, porque puedes tener una que parezca que vaya a ser larga y dura, pero que no cumpla tus expectativas.
En cambio, otra pequeña y cortita que piensas que no te va a dar mucho juego y que va a ser muy fácil, después te la tengas que currar un montón y te haga esperar mucho mas de lo que pensabas para conseguir lo que finalmente andabas buscando... la entrada.
Y yo me pregunto, que sentido tiene el hacer colas?
A mi no me gusta hacer cola, bueno, creo que a nadie le gusta, pero claro, lo que aun me gusta menos es conseguir malos asientos en el teatro. Por lo tanto tengo que usar toda mi imaginación para tener buenos sitios sin pasar por el sufrimiento de realizar colas.
Por que hacer cola para conseguir una entrada si la puedes obtener gorroneando a un amigo?, la primera alternativa que hay que intentar para escaquearse de una cola es liar al amigo mas pardillo que tengas intentándole convencer de que casi tu eres el que le haces un favor dejándole hacer cola, hay que usar los mejores encantos que tengas para hacerle ver a tu amigo que esas tres horas que va a estar haciendo cola va a ser la mejor experiencia de su vida, si consigues que se lo crea y que incluso esté dispuesto a repetirlo mas veces, entonces, el que tiene un amigo así tiene una joya y hay que guardarlo como si fuese un tesoro.
Claro que esto no siempre es posible, y entonces, cuando no queda otro remedio eres tu el que tiene que ir. Y normalmente en estas colas, al llegar se te cae el alma a los pies, porque ves que la cola va haciendo eses y eses con medio tirabuzón y la distancia desde el final a la primera posición llega ser de dimensiones astronómicas. Si tienes suerte te puedes encontrar con algún conocido en las primeras posiciones al que no veías desde hace años pero que en ese momento mágicamente se convierte en el mejor de tus amigos, posiblemente no habías cruzado con él más de dos frases seguidas en toda vuestra vida, pero en esa situación mantienes una conversación con él como si fueseis grandes amigos y os conocieseis desde vuestra época de la guardería. Claro que los de alrededor que llevan haciendo cola mas de cuatro horas y se huelen la posibilidad de que se les vaya a colar un caradura, empiezan a soltar mensajes amenazantes, nunca dirigiéndose a ti directamente pero haciendo comentarios como de... “pues yo que he estado en muchas colas cada vez que se nos ha intentado colar alguien al final ha salido con la cara roja de vergüenza cuando le hemos pillado...”
Pero tu que ya has hecho esto muchas veces y te las sabes todas, también le comentas a tu amigo... “a mi no hay cosa que me moleste mas que la gente que se cuela...”
Y es que es verdad, eso molesta muchísimo... claro, salvo que el que se cuela sea uno mismo.
Bueno, me voy, que tengo prisa, no vaya a ser que llegue tarde a la cola y esta si que me han asegurado que va a ser larga y que me va a dejar muy satisfecha...